Música de las Esferas y la llama violeta

Las notas clave musicales de los maestros ascendidos son la música  clave en nuestra alma o Presencia YO SOY, y,además, la presencia de un maestro de ascendido o huestes celestiales.
Cuando se reproducen, los maestros o huestes celestiales, generalmente, trazan su presencia  en ese sitio.
 Cada uno de nosotros tiene una nota clave, podemos decir que es  nuestra canción y es  la afirmación científica perfecta de nuestro ser. Es  nuestro código de creación –cada componente, cada elemento. Es la canción que las estrellas matutinas cantaron juntas en el momento del nacimiento de nuestra alma, el ciclo de nuestra alma desde el Gran Cuerpo Causal.
 Nuestra canción del nuestra alma, una melodía sagrada, para que podamos cantarla a Nuestro Creador. Esta “canción de nuestra alma” puede ayudar a magnificar al Señor, y compartirla con nuestros seres amados.

 La nota clave es, entonces, la afirmación científica de nuestro ser, por ejemplo el Danubio Azul  escrita por Johan Strauss hijo, es un regalo de Saint Germain de Llama Violeta, la frecuencia más alta para transmutar karma.   
     La nueva versión del Danubio Azul, Río de Luz, interpretada por Faryl Smith, nos cuenta la  historia de cada  alma que pide visitar los retiros etéricos mientras su cuerpo duerme. 
     La protagonista describe el Tubo de Luz  que viene desde el corazón de la Presencia YO SOY como un Río de Luz que la transporta a un lugar celestial donde las huestes angelicales cantan. Este retiro debe ser  donde se encuentren los Jerarcas de la era de Acuario, Saint Germain y Lady Portia, el Danubio Azul es su nota clave.
     



Sin embargo, cuando el Danubio Azul es interpretada con instrumentos de madera y viento también sirve para limpiar el chacra Sede del Alma. La traducción de la melodía dice así:

Cuando las  sombras descienden
Y veo que no terminan
Cuando mi esperanza se va
Y siento que no pertenezco aquí…
En algún lugar de mi mente
Busco para encontrar
El río de Luz

Si cierro mis ojos
Un río de luz
Fluye a través de mi corazón
Y brilla en la oscuridad

La música comienza
Escucho violines
La orquesta toca increíble
Y me transporta lejos

Las estrellas resplandecen
Y los coros celestiales
Cantan desde lo alto.
Mi corazón se llena de amor
El mundo es una canción

La magia es fuerte
La melodía gira
Y su remolino me lleva lejos

Vuelta, vuelta, vuelta
Hazme girar rápido, más rápido
Cruza la pista mientras bailamos
La danza que adoro

Vuelta, vuelta, vuelta
Siempre fluyendo
Siempre cada vez más.

¿También  puedes sentirlo?
Es el río de luz dentro de ti

Te veo en sueños
De arroyos brillantes
Bailamos hasta el amanecer
Hasta que un nuevo día ha nacido

Al dejar la pista es como antes
El mundo es como antes
Pero la canción siempre 
Me lleva por más.

Y la canción siempre 
Me lleva por más.


     “El Señor Zadkiel, arcángel del séptimo rayo, se aseguró de que los discípulos de la nueva era entenderían la alegría de la llama, y así llamó a la llama violeta cantarina. De hecho, esta presencia en llamas hace que los átomos y, por lo tanto, las moléculas de nuestro ser “canten”, ya que reanudan su frecuencia normal y se ponen en tono con la apertura de su propia corriente de vida.

       Esta nota clave es el sonido de la cuerda de nuestra propia Presencia YO SOY. Y cuando, por la acción de la llama violeta, libera las energías de nuestros cuatro cuerpos inferiores para responder a ese acorde, el maravilloso mundo de los microcosmos se mueve en armonía con el gran Macrocosmos de su Presencia YO SOY y el cuerpo causal.”
      

El Morya

Perlas de Sabiduría, vol. 18, No. 6
 9 de febrero 1975


 La música de las esferas 
       La música de las esferas es la música del Cuerpo Causal de cada hijo e hija de Dios. Es la música que purifica y cura, que equilibra y restablece a la integridad, y elimina la locura causada por el ritmo sincopado de la  música rock.(1)
       Por ejemplo, la alegría y ritmo del jarabe tapatío nos trae a los hispano-parlantes una versión de la llama violeta cantarina, ese borrador cósmico que transmuta las energías mal calificadas.



       Por lo tanto, estoy aconsejando a todos a abstenerse del mal y de la oscuridad que penetran el campo energético de los cuatro cuerpos inferiores cuando la atención es colocada en el sonido discordante del jazz y otros ritmos modernos:  vudú, rock, tango, foxtrot, pop, soul, blues y música programada por computadora entre otras. (2) 
        Recomiendo  a todos los que verdaderamente desean ser alquimistas del Espíritu a usar la música clásica de los más grandes compositores: Beethoven, Bach, Chopin, Haydn, Handel, Wagner, Liszt, Mozart, Mendelsohn, Mahler, y muchos otros que han sido comisionados por la Hermandad para traer la música de las esferas.(3)
   Y para limpiar toda la exposición que se haya tenido al escucharlas, Saint Germain nos entrega la nota clave de la llama violeta  con la melodía Santa Lucía y el decreto YO SOY la llama violeta.



(1) Omri-Tas. POW Vol. 35  No. 64 , 12  Diciembre de 1992. CUT/TSL
(2) Elizabeth Clare Prophet. (1994). La Ciencia  del Ritmo  para la Maestría de las Energías Sagradas de la Vida.  Uso y Mal Uso  de la Palabra en la Música  de Oriente y Occidente. Summit University Press.
(3) Saint Germain. POW Vol. 13  No. 8, 22 de Febrero de 1970. CUT/TSL